La mujer de blanco
Un día don Juan iba a traer pasto para sus ovejas, era costumbre
que saliera a pastear su ganado, además era lo único que tenía para abastecer a
su familia de alimento, cuando iba caminando pensando en las cuentas que debía
pagar, escucha que caminaban detrás de
él; de pronto cuando regresó a mirar vio
a una mujer vestida de blanco que le dijo : sígueme que tengo algo para ti,
entonces Juan se asustó mucho, pero algo en el interior le decía que le hiciera
caso así que enseguida el hombre la siguió, después de un largo rato se
encontró con un lugar oscuro y solitario, el hombre estaba muy asustado porque
no había nada; y de la nada apareció una
luz amarilla, el hombre muy asustado fue a ver que era
esa luz que había al fondo del lugar, pero era una piedra muy brillante
que iluminaba desde lo lejos, entonces el hombre la agarró con toda delicadeza;
al percatarse de la mujer que lo había llevado hasta ese lugar se dio cuenta
que ya no estaba y que lo había dejado solo.
El hombre inmediatamente
salió del lugar donde se encontraba y fue hacia su casa,
ahí encontró a su familia muy preocupada porque había pasado largo
tiempo y él no se sabía demorar mucho, entonces todos le preguntaron qué es lo
que le había sucedido; don Juan, muy
angustiado, les contó lo sucedido; la
familia le dijo que era un milagro de Dios lo
que le había ocurrido y así don Juan fue feliz con su
familia porque pudo vender la piedra para darle una mejor vida a su esposa e
hijos.
Marianella
Lupú Paico, estudia en la I.E Juan Pablo II, cursa el 2
“A” desea estudiar mucho para lograr ser una profesional.
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